El plan Cylon para el control del ciberespacio sigue su curso, y nada parece presagiar que las cosas vayan a mejorar para nosotros. Sin embargo, una brisa de esperanza parece acariciar los rostros de nuestra tripulación, que sigue creciendo y quizá algún día sea lo suficientemente grande como para poder poblar un espacio web libre de la mecánica, la voraz, y la arrogante, aunque desesperada, garra de los Cylon.
Por nuestra parte, seguiremos recogiendo los restos de nuestra civilización, para, una vez juntos, volver a reconstruir los cimientos de lo que un día fue la gran comunidad de la compartición de cultura.
Recordatorio: correo del Almirantazgo
Hace 12 años
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